La chica de amarillo
Fue su impermeable amarillo lo que me llamó la atención. Rápidamente, aumentó mi interés en esta bonita alumna de primer año, de cabello castaño y largo. Poco después, me armé de valor e interrumpí a Sue mientras ella caminaba leyendo una carta de un muchacho de su ciudad, y, torpemente, la invité a salir. Me sorprendí cuando me dijo que sí.
¿Quién es el jefe?
Un día, mientras mi esposa cuidaba a nuestros dos nietos pequeños, ellos empezaron a pelear por un juguete. De pronto, el menor (con tres años de diferencia) le ordenó a su hermano mayor: «¡Cameron, vete a tu cuarto!». Con los hombros encogidos por la reprimenda, el abatido hermano comenzaba obedientemente a escabullirse, cuando mi esposa dijo: «No tienes que irte a tu cuarto. ¡Nathan no es tu jefe!». Esa aclaración cambió todo, y Cam, sonriendo, volvió a sentarse a jugar.
Fiesta de cumpleaños
Me encantaban los cumpleaños. Aún recuerdo estar delante de la puerta de mi casa, esperando con entusiasmo que mis amigos llegaran a mi fiesta cuando cumplí cinco años. No solo me alegraban los globos, los regalos y el pastel, ¡sino también que ya no seguía teniendo cuatro años!… estaba creciendo.
Bendiciones disfrazadas
Durante varias semanas después de que mi esposo tuvo un ataque al corazón, solíamos dar gracias a Dios por haberle permitido seguir con vida. Meses más tarde, aún seguían preguntándome cómo me sentía, y mi respuesta era a menudo muy simple: «Bendecida. Me siento bendecida».
¿Qué esperamos para nuestro futuro?
Para comprender mejor la cosmovisión de las personas, un investigador colocó a dos niños, uno pesimista y otro optimista, solos en habitaciones separadas. Al pesimista le tocó una habitación colorida y llena de juguetes ideales para dejar volar la imaginación; a la niña optimista la colocó en una habitación llena de paja.
El primer niño jugó en la sala…
Hábitos saludables
En la actualidad, se habla mucho sobre mejorar la salud desarrollando hábitos optimistas, ya sea al enfrentar un diagnóstico médico difícil o una pila de ropa para lavar. La Dra. Bárbara Fredrickson, profesora universitaria de psicología, señala que deberíamos tratar de realizar actividades que generen gozo, gratitud, amor y otros sentimientos positivos. No obstante, sabemos que no basta con tener un deseo generalizado de sentirnos bien, sino que también necesitamos una fuerte convicción de que existe una fuente de gozo, paz y amor de la cual podemos depender.
Lo que no se compra
«Hay algunas cosas que el dinero no puede comprar; pero, en estos tiempos, son pocas», afirma Michael Sandel, autor de Lo que el dinero no puede comprar. Una persona puede comprar un calabozo mejor por 90 dólares la noche cuando está presa; el derecho a cazar un rinoceronte negro en peligro de extinción, por 250.000 dólares; o el número de teléfono móvil de su médico, por 1.500 dólares. Parece ser que «casi todo está a la venta».
Proverbios chinos
Es común oír proverbios chinos, y, a menudo, estos surgen de alguna historia. Por ejemplo: «estirar las plantitas para que crezcan más rápido» alude a un hombre impaciente de la Dinastía Song, quien estaba ansioso por ver que sus plantas de arroz crecieran más rápido. Este hombre pensó: Voy a estirar cada planta algunos centímetros hacia arriba. Después de un día de trabajo tedioso, recorrió el arrozal para ver qué había pasado. Estaba contento porque parecía que «estaban más altas»… pero la alegría le duró poco. Al día siguiente, las plantas habían empezado a marchitarse porque sus raíces ya no tenían suficiente profundidad.
Por nuestra salud
Según una investigación del departamento médico de una prominente universidad: «Si la gratitud fuera un medicamento, sería el producto mejor vendido en el mundo, por sus [beneficios saludables] para todos los sistemas importantes del organismo».
Unidos
Cuando cumplí 65 años, mi esposa me compró una guitarra Dreadnought D-35. Fabricada originalmente a principios del siglo xx, este diseño es más grande que el de la mayoría de las guitarras de esa época, y es famosa por su sonido intenso y potente. Le pusieron ese nombre por el acorazado británico usado durante la Primera Guerra Mundial, el hms Dreadnought. La parte posterior de la D-35 es única, ya que, por la escasez de trozos grandes de palo santo de buena calidad, los artesanos idearon unir tres trozos de madera más pequeños, lo cual dio como resultado un sonido más brillante.